Descubre el poder de los componentes del vino, y de la uva, a nivel terapéutico.

Primero, accederás a una bañera de hidromasaje con agua y vino con la misión de regenerar la piel y relajar la musculatura. Durante ese tiempo, se te aplicará un masaje cráneo-facial y degustarás una copa de vino tinto acompañado de queso curado.

Espera, ¡aún queda más!

Posteriormente, aprovecharemos las sustancias antioxidantes en profundidad. Realizaremos una exfoliación corporal con las semillas de la uva y, con su aceite, aplicaremos un masaje en las piernas, brazos y espalda.

¡Suena realmente genial! ¿verdad?

Los principios activos que contiene la uva permiten que la musculatura se relaje y obtenga una energía extra. Por otro lado, sus sustancias antioxidantes logran que la piel se regenere, eliminando toxinas, además de aportar luminosidad, suavidad y firmeza, consiguiendo así un aspecto rejuvenecedor.

Este ritual te dejará radiante. Y quien sabe, igual te sientes como si te hubieran quitado algún año de encima.

Y, sin duda, conseguirás relajarte liberando tensiones musculares.